MUSICA DE MIEDO

DALE AL PLAY Y ESCUCHA LA MUSICA MIENTRAS LEES LAS FANTASTICAS HISTORIAS QUE TENEMOS PARA TI.

miércoles, 30 de junio de 2021

SIGUIENTE DESTINO


Mi nombre es Octavio Pérez, soy un pensionado de 73 años de edad, vivo con  mi perro "Cartucho",  en la misma casa que me vio nacer y crecer.

Estamos solos desde que mi querida Inés, decidió  abandonarnos, la pobre no pudo soportar más ese maldito cáncer, el cual terminó con su vida. 

Pero aquí me ven, vivito y coleando, a pesar de tanta malaria, así estoy, resistiendo y peleándola. 

Hoy les contaré este confuso episodio que me tocó  vivir hace exactamente una semana atrás. 

Lamentablemente, la situación de mi país no es de las mejores, nuestra economía, hace años está destruida y mal manejada.

Esto me ha obligado, a pesar de mi edad y de ser jubilado, a seguir generando ingreso de dinero a mi hogar, por tal razón acepté el trabajo de conducir un taxi por las noches. 

Es un oficio que al ser nocturno, de antemano sabía con todo lo que debía lidiar, desde jóvenes ebrios hasta abuelas timberas, ni hablar de lo peligroso que resultaban ser algunos barrios de mi ciudad. 

En fin, desde que tomé el trabajo, sabía en que me metía, pero jamás pensé en vivir para contar lo que me sucedió siete días atrás. 

Todo comenzó ese viernes, había  arrancado alrededor de las 19:00 hs a trabajar, todo estaba por demás tranquilo y ya se notaba que sería una noche fría. 

Estuve en la base hasta casi la medianoche, sólo dos miseros viajes había realizado hasta el momento, parecía que la velada no sería rentable. Así que notifiqué al modulador, que daría un par de vueltas por el microcentro para luego culminar  mi turno, pero fue en vano, las calles estaban vacías.

Para terminar de asegurarme, decidí dar una última vuelta bordeando el centro; arranqué  por calle Buenos Aires, giro hacia la derecha sobre España, al llegar a Corrientes dobló hacia la izquierda y justo a escasos metros, en la esquina de Andrés  Pasos, un sujeto elevaba su mano, signo de que tomaría el coche. 

Me detengo sobre mi derecha, el individuo algo apresurado cruza la avenida y se  sube en el asiento trasero.  

Buenas noches le digo, el hombre ni me contestó, sólo me entrega un sobre con dinero, mientras me decía que debía llevarlo hacia cinco direcciones y esperarlo unos minutos en cada locación. 

Accedí, pero no quise aceptar ese dinero, sin abrirlo note que allí había demasiado y no me parecía leal cobrar algo así.

La primera dirección era cerca, lo traslade a calle Salcerini y Don Bosco. 

Allí había un taller mecánico, años atrás allí  existió una concesionaria, por lo que tenía entendido,el dueño, luego de quebrar financieramente, con ayuda de un juez logró montar un taller, donde además edificó una piecita donde vivía. 

Al llegar, el sujeto se baja, se acomoda la corbata y se dirige hacia el lugar. 

Sinceramente no presté mucha atención, en un primer momento, aunque al rato me puse a pensar que no era común que un tipo de traje ingrese a un taller a esa hora de la madrugada.

Al correr de los minutos el hombre regresó y me pidió que lo llevara a un conocido drugstore ubicado entre las calles Liniers y Güemes, enciendo el móvil y me dirijo hacia allí. 

Al igual que el primer viaje, el sujeto no emitía sonido alguno, sólo observaba la ciudad por la ventanilla. 

Una vez en el lugar, nuevamente el sujeto baja, pero a diferencia de la anterior vez, compra y regresa de inmediato.

Luego, desde allí fuimos hasta La Milagrosa, un asentamiento bastante peligroso en la zona, no muchos taxistas se animaban a meterse en estos barrios, realmente lo hice de corajudo. 

De repente me hizo 9detenerme frente a una plazoleta, allí bajó y dialogó con unos jóvenes que fumaban porro, Parecía  preguntar por alguien, luego cruza la calle y se adentra en un callejón oscuro. 

A los minutos, una lluvia de balas sacuden la fría madrugada, algo asustado intenté arrancar pero de los nervios no podía hacerlo, de pronto veo salir caminando del callejón, a mi pasajero trajeado, quién sube y me indica el nuevo destino, la vecina localidad  de San Benito.

Este trayecto era un poco más largo que los anteriores, pero el hombre seguía en esa extraña postura de no hablar, aunque yo por el espejo retrovisor lo observaba mucho y realmente su rostro avejentado, lo hacía aún  más  triste, este sujeto si que era todo un misterio.

Pronto llegamos a una vivienda ubicada  en Avda Friuli al 1600, como en toda la noche el hombre bajó y a los minutos regresó para indicarme la siguiente dirección, y la verdad, me sorprendió. Me pidió llevarlo al lado de mi casa, al departamento del juez Forzitelli. 

Una vez que arribamos, el hombre desciende algo nervioso, tanto, que en un descuido se le cae una tarjeta de su saco, la levanto del piso y en ella se podía  ver que pertenecía  a un estudio  de abogados "Segura", además, también figuraba su nombre "Ignacio Velazco", eso explicaba porqué la formalidad del traje en el sujeto.

Luego, un griterío se escucha desde el interior de la casa de Forzitelli, sucedido esto, un silencio sepulcral. Ni bien se asoma Velazco, le pregunté qué había sucedido, está vez me respondió que no había  pasado nada y que sólo lo llevara hacia una última dirección, calle España al final. 

Esta vez lo note más tranquilo al hombre, me moría  por preguntarle  qué era todo esto que hacíamos, pero realmente temía en hacerlo, había algo raro en ese tal Ignacio Velazco que no  me cuadraba.

De repente, el hombre me ordena frenar y se baja sin siquiera dirigirme la mirada. Noté que había vuelto a dejar el sobre con dinero en el asiento trasero, lo agarro y al abrirlo no podía creer lo que veía; diez mil dólares en efectivo y un pendrive. 

Me apresuro en dejar el vehículo y traté de alcanzarlo,mientras observo a Velazco ingresar al cementerio, muy extraño, pero necesitaba devolverlo, no podía aceptar todo ese dinero.

Cuando entro al camposanto, comienzo a buscarlo por todos los rincones, pero no daba con su paradero , donde se pudo haber metido este tipo, pensaba.

Hasta que de repente me acerco al portero del Cementerio  Municipal, a quién le explico todo  lo sucedido. El hombre, muy amable solicita que lo acompañe, él me llevaría con velazco.  

Fue así que subimos  unas largas escalinatas, hasta llegar a un panteón. Me quedo  mirando al portero, como diciéndole, que hacíamos allí, mientras el hombre señala un nicho, donde en la lápida se podía leer el nombre de Ignacio Velazco, fallecido el 5 de febrero de 2016, la cual además tenía una fotografía y era el mismo sujeto que hace minutos atrás, viajaba sentado en el asiento trasero de mi taxi.

Después de tanta congoja, regresé a mi casa, no podía  comprender que toda la noche había  deambulado por todo Paraná con un pasajero fantasma. Así que, luego de ducharme y de tomarme un clonazepam, intento dormir un rato.

A las horas me despierto, era ya media tarde, me levanto y escucho mucho bullicio y movimiento en el vecino departamento del juez Forzitelli. 

Me cambió y sal

go a ver que pasaba, quedé  helado; el juez se había suicidado.

Perturbado me encierro en mi casa, enciendo la notebook para tratar de averiguar quién fue Ignacio Velazco.

Pude averiguar que era el abogado más exitoso del estudio "Segura", pero que su vida laboral comenzo a irse en picada cuando intentó esclarecer la muerte accidental de la joven  Clarissa Ávila. 

La jovencita  falleció en el acto, cuando fue atropellada por el Cabo Elías  Moretti, de la Policía de Entre Ríos, quien estando de civil la colisionó con su vehículo particular.

Según Velazco, el acusado estaba  bajo efectos de alcohol y drogas, pruebas que fueron manipuladas  y alteradas por el juez Forzitelli, quien además anuló la presentación de Velazco donde demostraba pruebas fehacientes, que Moretti esa misma noche no sólo adquirió alcohol en un drugstore de calle Liniers, sino que además se trasladó a comprar drogas hasta el barrio La Milagrosa. 

Esta carpetilla jamás llegó a Fiscalía, ya que el corrupto juez la hizo desaparecer.  

El caso resultó a favor de Moretti, a quien extrañamente se le halló un defecto de fabricación , en la revisión  técnica  de su vehículo, el cual fue realizado por Ismael fuertes, propietario del taller "La Tuerca", ubicado en Avda Don Bosco y Salcerini.

Realmente estaba helado, todas estas personas fueron visitadas por mi pasajero fantasma aquella noche. 

Ese mismo día, al encender la televisión veo en las noticias un informe donde aparte de la muerte del juez, daba la primicia de los suicidios de un mecánico, de la dueña de un drugstore, el de un traficante de drogas y el de un cabo de la Policía.

A los días, me dispongo a mirar que había en el pendrive que estaba en el sobre y allí le doy click a un vídeo con fecha de febrero de 2016, en él se puede observar al juez Forzitelli acribillando a tiros , a un leal abogado llamado, Ignacio Velazco

 si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion


visita nuestra pagina en facebook


encontraras historias videos canciones , peliculas y todo lo relaccionado con el mundo del terror y podras compartir las tuyas con nosotros.¿aque esperas?

domingo, 27 de junio de 2021

EL GATO QUE MIRA LA LUNA


 Cuando llegué a casa era apenas un gatito bebé, cuando Andy me vio corrió a cogerme entre sus brazos. Ella era una bebé al igual que yo, algo torpe debo decir ya que me apretaba con sus regordetes brazos pero eso a mi no me molestaba ya que podía sentir su cariño entre su curiosidad. Fuimos creciendo juntos ambos íbamos cambiando, pero lo que ella nunca cambió fue su redonda y blanquecina cara, que se me asimilaba a la luna.

Me gustaba mirarla fijamente y ahullentar a quién se le acercara, "que gato más celoso!!" decía la mamá... Pero era porque ella no entendía que yo quería protegerla de los que se le acercaran con mala intención. Estábamos siempre juntos en cada momento, excepto cuando ella iba al colegio ya que a mí nunca me dejaron acompañarla, eso a mi no me gustaba porque estaba acostumbrado a estar a su lado siempre, incluso la acompañaba al almacén a diario a hacer las compras, no sé porqué no se me permitía ir también al colegio con ella, esto me ponía de mal humor tenía que conformarme con esperarla en la parada del autobús cada tarde.

El señor del autobús no me agradaba, no miraba de buena forma a mi Andy por eso cuando me miraba yo me erizaba, pero con una caricia entre los brazos de mi Andy lograba que me olvidara el resto del mundo. Me encantaba su olor y la suavidad con la que pasaba sus manos en mi pelaje, ella era mi mundo vivía en torno a ella además me cuidaba muy bien con mucho amor. Cada vez que llegaba de clases me servía mi comida favorita y mi plato de leche, luego nos íbamos a dormir. Me gustaba arrullarla con mi ronroneo, me sentía como cantándole una canción de cuna.

Todo era felicidad en la casa, excepto por Pablo su hermanito menor él no me quería, nunca perdía oportunidad de apretarme, morderme o tirarme la cola, pero pensé que era sólo porque era un cachorro de humano y que por eso tenía esa torpeza al tratarme. No obstante igual no me agradaba, por lo que cada vez que corría hacia mí yo salía disparado. Cierto día estaba en la calle a espera de mi Andy, emocionado como siempre cuando veía el bus llegar desde lejos, pero al estacionarse no bajó mi Andy y el chofer que conducía el bus ni era el mismo de siempre, pensé en ese momento que tal vez me había confundido, a pesar que veía que los niños de las casas cercanas si se habían bajado de aquél autobús. Seguí esperando hasta que aparecieron las primeras estrellas pero Andy no llegaba, fui a casa pensando en que tal vez había llegado desde otro camino, pero no fue así.

Me extrañó ver a la mamá y al papá llorando yo no entendía que pasaba, comencé a maullar con todas mis fuerzas, yo también estaba tan desesperado como ellos, pero el papá me dio una patada y me sacó de la casa. Sentía el dolor de su golpe y la decepción puesto que nunca antes me habían maltratado, y aún más extrañé la protección de mi Andy. Aquélla noche rondé todo el barrio en su búsqueda pero nada dio resultado, maullaba por las calles llamándola pero aún así no me escuchó.

A la mañana siguiente ya estaba fatigado y cansado llegué a casa y el papá me miró fijamente, pensé que nuevamente me golpearia pero no fue así, me tomó en sus brazos y me llevó a la cocina acariciando mi lomo, siento que tal vez estaba arrepentido por golpearme, por lo que decidí perdonarlo. Me sirvió comida y leche, pero yo no tenía apetito solo quería a mi Andy. Al momento suena el teléfono y la mamá al contestar lloró desconsoladamente, cuelga la llamada y le dice al papá:

-"Encontraron a Andy -

En ese momento mi corazón palpitaba a mil, estaba feliz al escuchar su nombre pero al ver que la mamá seguía llorando supe que no eran buenas noticias. Dijo algo de que la habían encontrado tirada en un terreno y algo de un abuso, que había sido una víctima de un depredador de niños, no entendía muy bien a que se refería por lo que no me aparté de su lado para obtener más información. Al momento el papá tomó las llaves del vehículo y salieron raudamente, yo no me quise quedar en casa por lo que sigilosamente me escabulli dentro del vehículo.

Al llegar a aquél lugar quise entrar al edificio pero me prohibieron la entrada, una mujer grande y gorda que vigilaba la puerta me sacó tirándome a la calle pero yo no me daría por vencido, podía sentir que Andy estaba en ese lugar. Rondé las ventanas hasta que di con ella, a través del cristal pude ver que no estaba consciente tenía muchas máquinas a su alrededor, su cabeza estaba cubierta con vendas en su cara se podían notar muchos golpes, casi no podía reconocer sus lindas facciones. Durante días me quedé en las afuera de ese hospital cuidando de mi Andy, podía ver las veces que su alma salió de su cuerpo para después regresar, se notaba que mi Andy era una luchadora, que no se rendiría tan fácilmente. A mi me daba mucho dolor verla así pero también orgullo de su fuerza, pero al final nada valió la pena, dio un último suspiro y su alma se fue a las estrellas para no regresar. Hubiese dado la mitad de mis vidas sólo por tenerla un poco más de tiempo junto a mi y sentir sus manitos acariciando mi lomo.

Veía como la familia estaba con una gran tristeza, nadie podía olvidar ni aceptar la partida de Andy, yo buscaba entre sus cosas alguna prenda para acurrucarme y poder dormir sintiendo su olor. Me acercaba a la mamá ronroneando sabía que compartíamos el mismo dolor, en un principio me rechazaba pero al pasar los días ya me dejaba secarle sus lágrimas que también las sentía como mías. En cuánto a Pablo su hermano menor ya no me daba miedo, podía sentir también su sufrimiento por lo que igual me acerqué más a él, toda la familia sufría y yo trataba de darles consuelo dentro de lo que podía, pero sabía que había un tema pendiente aún, que generaba más angustia entre mi familia humana.

Fue en una tarde que estaba tirado en la entrada de la casa que reconozco el sonido del motor del autobús, inconscientemente se alegró mi corazón como siempre lo hacía al esperar a Andy, no sé si fue producto de mi imaginación pero vi a Andy más hermosa que nunca bajar y venir hacia mí, me acarició como siempre pero la suavidad de sus manos era muy diferente como si me acariciara el aire, en ese momento me señala al autobús y veo al chofer que tanta repulsión me causaba entonces entendí lo que me quería decir. Sin perder tiempo corrí y me subí al autobús, sin que aquél hombre me notara y me fui con él a su casa.

Al llegar pude reconocer algunas cosas de Andy manchadas con sangre, esto me causaba mucha ira por lo que pasé las siguientes noches llorando en su ventana mirando a la luna, la que me recordaba la cara de mi amada Andy ya que igual era redonda y blanca, y de cierta forma sentía que mi Andy me miraba desde allá. Aquél maldito hombre salía cada noche a tirarme agua para que me callara y me largara, pero yo no lo dejaría descansar jamás debía hacerle pagar lo que le hizo a mi Andy.

En una de esas noches encontré mi momento propicio para mi venganza, hubo un apagón de luz en toda la ciudad, el hombre como siempre estaba ebrio con una botella de alcohol en las manos, se levantó y dijo un par de improperios maldiciendo por el apagón y encendió una vela. Luego producto de la borrachera se quedó dormido y aproveché esa oportunidad para ingresar a la casa por la ventana que estaba abierta, me subí al mesón y tiré la vela encendida al suelo como éste tipo estaba manchado por el alcohol, se encendió una gran llama la que prontamente tomó control de la casa, salí corriendo nuevamente por la ventana pero de todas maneras no pude escapar de las llamas, mi cola y mis orejas se estaban quemando, por lo que me revolqué en el pasto para poder apagarlas... En ese instante escuché los gritos de aquél hombre, el cuál podía divisar por la ventana cómo se quemaba vivo profiriendo alaridos de desesperación y dolor, lo miré hasta que ya no se movió más y me quedé dormido en el pasto.

Fue ahí que tuve un hermoso sueño, mi Andy me vino a buscar, me tomó entre sus brazos como siempre, me acarició y me dio un beso entre mis orejitas algo que siempre en encantó, me dijo que era un buen chico. Yo me sentía orgulloso de mí y le dije que ya no me dejara que me llevara con ella, pero me dijo que aún tenía una misión... Me encargó que cuidara de su hermanito de la misma forma que lo había hecho con ella, yo no estaba muy feliz pero a mi Andy no podía negarle nada. Al otro día desperté fuera de la casa, seguramente me quedé dormido en los brazos de Andy que me llevó de vuelta a casa. Cuando papá me vio, se asombró mucho por mis quemaduras y me llevó al veterinario, algo que yo odiaba, pero el dolor me impedía dar la pelea.


Poco a poco me fui recuperando y ya no siento dolor, ahora debo cumplir mi misión con Pablo con quién ya nos llevamos mejor, incluso ya me deja dormir en su cama. En algunas noches Andy nos viene a visitar, nadie puede verla eso me da frustración pero también me siento privilegiado de tener la fortuna de su presencia, no viene siempre por lo que me dice que ella desde la luna me vigila para que sea un buen gato. Después del incendio escuché que los papás de Andy dijeron que se había hecho justicia divina pues aquél hombre no sólo le había hecho daño a Andy, encontraron entre las ruinas que quedó del incendio pertenencias de otras niñas, incluso algunos cuerpos de niñas desaparecidas desde hacia muchísimo tiempo atrás.

Papá relacionó la noche del incendio con la mañana en que me encontró quemado, a tono de curiosidad me miró y me preguntó:

-"¿Me imagino que tu tuviste algo que ver en ese incendio?"-

Yo sólo levanté la cola me di la vuelta y me salí de la cocina, su expresión me dio la sensación de que pensaba que estaba loco, eso me pareció divertido.

Ahora cada noche que pasa me quedo en la oscuridad mirando mi amada luna, contándole lo que hago en el día, sé que Andy desde allá me escucha y espera el momento en que deba irme para venirme a buscar, me lo prometió, así que espero con ansias que llegue aquél día. En el barrio la gente me mira con curiosidad, y los escucho llamarme como "el gato que mira la luna".

A veces los humanos al no demostrar sus sentimientos, piensan que nosotros los animales no los tenemos, pero puedo asegurarles que sentimos tanto o más amor que muchos de ellos.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

si te ha gustado la historia dejanos un comentario para saber tu opinion


visita nuestra pagina en facebook


encontraras historias videos canciones , peliculas y todo lo relaccionado con el mundo del terror y podras compartir las tuyas con nosotros.¿aque esperas?

miércoles, 9 de junio de 2021

BIENVENIDOS

BIENVENIDOS AL ATICO DEL PANICO

Buenas noches moradores del ático .Bienvenidos al lugar donde el terror se manifiesta en todas sus expresiones, leyendas, historias, r...