Cuando falleció Mariana a causa de un cáncer terminal a Marcelo se le vino el mundo abajo, una pareja joven no habían llegado a tener hijos, se conocieron cuando eran muy jóvenes y después de varios años decidieron casarse, luego del servicio velatorio, cada quien regreso a su hogar y el también, el vacío que generaba la inmensidad de esas paredes, no verla bajando las escaleras corriendo a sus brazos, saber que ya no estará ese beso de bienvenida, esas noches en las que solo con verse a los ojos todo tenia sentido, estaba enojado con Dios, el destino, con el mismo, fue a su habitación se quitó el traje, en su ropero aún seguía la ropa de ella impregnada con su perfume,agarro una blusa se tiró a la cama, lloro, grito, trataba de encontrarle un sentido a la vida, algo que lo motivará a quedarse, a no apresurar su partida, luego de un rato bajo a la cocina, se preparó un te, se sentó en la sala, y mientras lo bebía, en cada sorbo, podía imaginarse a su amor junto a el, decidió poner algo de música, en el equipo estaba el último cd que había puesto Mariana, la música sonaba mientras el recordaba a su esposa cantando, bailando por toda la casa, invitándolos a formar parte de sus raras coreografias, una sonrisa se dibujo en un rostro, terminó su te, llevo la taza a la cocina, volvió a la sala, cuando de repente sonó la canción con la que ellos se habían conocido, la tristeza volvió a apoderarse de él, abrazo un almohadón para depositar sus lágrimas cuando de repente sintió una suave brisa en su espalda, al darse vuelta la pudo ver a Mariana, tan hermosa como siempre, con un largo vestido blanca, irradiando una luz enseguesedora,
-"no llores más, no estés triste, yo estoy bien, ya no tengo dolor" le dijo, el se levantó,
- "como hago para seguir sin verte, no voy a poder" le contesto,
-"si que vas poder, y yo voy a estar esperando en la próxima vida" el silencio se apoderó del lugar,
-" vení bailemos nuestra canción por última vez" el se levanto, pudo sentir sus brazos rodear su cuello, el calor de su cuerpo, bailaron en silencio, la música llegaba a su final, ella lo miro,
- " me tengo que ir, me permitieron bajar para pedirte que sigas adelante, la vida tiene sentido, y también quise aprobechar y disfrutar juntos nuestra última balada"...
Autor: Juan Manuel
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